Hace unos meses me apunté a un gimnasio nuevo que han abierto cerca de mi casa. No es que pretenda hacer la típica promesa de año nuevo, o propósito, para luego no cumplirlo, es que coincidieron los meses, pero eso es lo de menos. El caso es que al ser una nueva apertura tienen algunas deficiencias, no tanto a nivel técnico como de gerencia, y como yo no puedo estarme quietecita me involucré en el tema hablando con la mujer del propietario y he acabado siendo una experta.
La pareja que ha montado el gimnasio, a pesar de tener estudios deportivos (antiguo INEF y actual Grado en ciencias de la actividad física y del deporte), no tenían formación específica para llevar el gimnasio así que aunque pusieron lo mejor de lo mejor en cuanto a máquinas e instalaciones, la gestión y la seguridad del mismo dejaba mucho que desear.
Por ejemplo, hubo un día que en un despiste de la recepcionista se colaron tres chavales al gimnasio. Por lo visto no era la primera vez que lo hacían y al cabo de un rato los reconocieron por las cámaras y tuvieron que ir a pedirles que se marcharan, pero no se puede estar en esa situación.
Hoy en día, por suerte para algunos y desgracia para otros, se puede encontrar casi cualquier cosa por Internet, incluso seguridad y gestión. Tras mucho investigar e informarme bien en los foros, encontré estos softwares de gestión deportiva que ayudan a llevar el control y la gestión de gimnasios e instalaciones deportivas de manera autónoma y sin necesidad de contratar a otras empresas externas así que se los recomendé a los dueños y de paso les expliqué que colaboro en un blog donde nos dedicamos a buscar a los mejores profesionales y productos de cada sector. Estuve hablando con ellos un buen rato e incluso me dieron la enhorabuena por el blog porque son conscientes de la cantidad de desinformación que hay en la red y lo útil que es que alguien estudie verdaderamente a las empresas para hablar sobre ellas en pequeños artículos con el fin de que alguien que busque ese servicio pueda saber de qué pie cojean.
Los low cost para quienes les gusten
Me he sentido muy bien pudiendo ayudar a esta pareja porque realmente creo que están haciendo una muy buena labor con el gimnasio a pesar de que acaban de empezar y de que lo tienen muy difícil con tanta proliferación de gimnasios low cost que tienen la posibilidad de poner precios muy competitivos. Sin embargo a mí no me gustan este tipo de gimnasios franquiciados, por muy baratos que sean, porque la gestión es general y el trato muy impersonal. Yo prefiero pagar un poco más e ir a un gimnasio familiar donde conozco realmente a quién estoy pagando y sé lo que me están aportando.
De hecho, cuando pensamos en gimnasios low cost y en las ventajas que tienen, se nos olvida que también tienen sus defectos:
- Trato despersonalizado y monitores contratados a tiempo parcial y con duración determinada que no se implican con los usuarios del gimnasio.
- La afluencia de gente es muy grande, por lo que a veces resulta incluso agobiante ir al gimnasio a determinadas horas de día.
- Las clases y las actividades son multitudinarias y los profesores no pueden dedicarte la atención que necesitas para aprender a realizar bien los ejercicios y evitar lesiones.
- Los clientes de los gimnasio low cost van y vienen con facilidad por lo que no es sencillo hacerte con un buen grupo social.
De todos modos para gustos los colores y hay mucha gente que prefiere este tipo de gimnasio al tradicional así que imagino que todo depende de las necesidades que tenga cada uno.