Vivimos en una sociedad que está completamente globalizada. Todo el mundo tiene relación con todo el mundo. No existen límites ni fronteras, y eso es cierto que nos ofrece una cantidad de posibilidades infinita de negocio y de influencia. Son muchas empresas las que han sacado réditos de la composición de este modelo de sociedad y lo cierto es que son todavía más las personas y organizaciones que quieren sacar provecho, más pronto que tarde, de este tipo de actuaciones. De ello depende buena parte de las expectativas de las diferentes empresas tanto españolas como del extranjero.
Uno de los asuntos que, en concreto, ha ganado mucho terreno e importancia en esta nueva sociedad es el de los idiomas. No cabe la menor duda de que las personas que conocen bastantes idiomas tienen más posibilidades de triunfar y de convertirse en alguien importante dentro de una empresa. Y es que los idiomas son la clave del momento en el que nos encontramos. Sin ellos, es totalmente imposible que seamos capaces de llegar hasta el último rincón de este mundo. A nadie le cabe la menor duda al respecto.
Todo lo que os hemos comentado ha servido para que una actividad como lo es la traducción haya ganado enteros de un tiempo a esta parte. Y es que esta es una de las cuestiones que no puede fallar dentro de una empresa e incluso dentro de las administraciones públicas. Cuando vemos a los políticos en un encuentro en Bruselas, vemos que la cantidad de traductores que les acompañan es de lo más amplia. Y es que no cabe la menor duda de que es de una utilidad tremenda conocer idiomas. Un aspecto tan importante como la comunicación no puede quedar en manos de nadie.
Todo lo que os hemos explicado hasta ahora se entiende con los datos de facturación del sector. Según una noticia que fue publicada en el diario La Vanguardia, el sector de la traducción en España facturó en el año 2016 un total de 294 millones de euros, una cifra que pone de manifiesto el aumento de la importancia de este sector y que deja claro que ha ganado en importancia de un tiempo a esta parte. Y es que los idiomas se han convertido en una cuestión de la máxima necesidad.
Especialmente, la traducción gana enteros a nivel editorial, donde suponen el 21% de la producción según informaba en una noticia publicada en mayo de 2018 el portal web de la agencia de noticias Europa Press. La media de libros traducidos al año en un negocio como este es de 14.000, algo que pone de manifiesto todo el trabajo que existe en este sector y la gran cantidad de personas que se dedican a ello, a día de hoy, en el interior de nuestras fronteras.
Teniendo en cuenta la importancia que ha adquirido en un momento como el actual el conocimiento de idiomas, podemos comprender la gran necesidad de tener personas que se dediquen de una manera profesional a la traducción de textos y de conversaciones en vivo. Se trata de servicios que consideramos necesarios a la hora de promocionar la cultura y de gestionar como es debido las relaciones internacionales, un asunto que es especialmente importante en un momento como el actual. Desde la agencia de traducción barcelonesa Eikatrad, expertos en traducción jurada de inglés, nos han comentado que, en efecto, está ascendiendo el número de empresas (y el tipo de actividad de las mismas) que está tras la consecución de estos servicios. Y es que no es para menos.
Una labor fundamental para construir el futuro
No hay cosas más importantes para la sociedad del presente que crear los valores y las mecánicas de trabajo de cara al futuro. Para eso hacen falta personas que se encuentren especializadas en idiomas y que sean capaces de poner en contacto a gente de diferentes culturas, pensamientos, idiomas y religiones. La responsabilidad que tienen, por tanto, estos nexos, es grande y tiene una importancia cada vez más grande como consecuencia de la globalización en la que nos encontramos inmersos.
Los idiomas son la base del crecimiento de una sociedad y ese es uno de los motivos por los que dedicarse a este tipo de actividades es tan bonito y al mismo tiempo tan útil para tanta gente. Hay que saber valorar a las personas que se dedican a esto porque su labor permite que el mundo esté mejor conectado y funcione, en definitiva, mejor. Se trata, sin ninguna duda, de una labor que es vital para construir el futuro nuestro y el de nuestros hijos e hijas.