Para muchos, la cocina es la estancia favorita de la vivienda. Si la cocina es adecuada, se convierte en el espacio donde se comparten momentos con las personas con las que convives, se hacen las comidas, se preparan los tentempiés… Si nos ceñimos a las pelis americanas, las cocinas constituyen el centro neurálgico de las casas familiares. A los más solitarios, tampoco les desagrada tomar algo en su cocina mientras leen, ven la tele o escuchan música. En definitiva, la cocina no es solo ese almacén de alimentos en el que buscar algo que llevarse a la boca.
En cualquier caso, tanto si eres fan de pasar las horas muertas en la cocina parloteando, leyendo o cocinando (esto es sin duda lo mejor de las cocinas: se puede cocinar), como si te resulta un tanto indiferente, lo ideal es disponer de una cocina adecuada y adaptada a las necesidades particulares de cada uno. Lo más habitual en nuestro país es contar con cocinas pequeñas de reducidas dimensiones, con espacio para lo básico. Menos mal que los fabricantes hacen de las suyas y junto a los diseñadores, convierten pequeños lugares en espacios ideales con todo lo necesario y sin demasiado agobio.
Por otro lado, se está volviendo frecuente retomar las cocinas de mayores dimensiones en la construcción de las viviendas. Cocinas abiertas para producir amplitud y ganar espacio, cocinas nórdicas, cocinas americanas o cocinas más grandes que el piso son posibles en la actualidad. En función de los gustos, necesidades o la razón que sea, las cocinas se amoldan al espacio disponible. Profesionales del mundo de la reforma integral de cocinas como Kouch & Boulé, nos han hablado sobre esas posibilidades y la mejor manera de crear la cocina de tus sueños. Siendo el caso de que tu sueño, sea tener una cocina digna de un chef.
La cocina perfecta existe, solo tienes que crearla
Dado que la perfección en algunos aspectos resulta relativa, podemos matizar lo de cocina perfecta y añadir, tú cocina perfecta. La ideal para cada uno. Si esas pensando en cambiar tú cocina para conseguir esa perfección, estamos a punto de desvelarte algunos secretos para lograrlo.
Como decíamos al principio de este artículo, la cocina es el corazón de una vivienda. Se trata de un lugar destinado a pasar muchas horas y buenos ratos, sobre todo si permite juntarse a comer o cenar en ella. Por lo tanto, resulta esencial poder escoger una cocina que se adapte a las necesidades de cada uno y en la que puedas sentirte a gusto. Siendo así, lo primero que hay que tener en cuenta son las necesidades particulares y el ritmo de vida. Sí, hay que tener muy en cuenta el ritmo de vida y pensar bien el uso que se le va a dar a la cocina y sus elementos principales. No es lo mismo cocinar todos los días para cuatro que una vez a la semana para uno. Teniendo esto en cuenta, es más fácil decantarse por los elementos principales más adecuados.
A partir de ahí, teniendo claro este aspecto principal, lo siguiente que conviene hacer es establecer un presupuesto. Se trata de otro factor clave dentro de cualquier proyecto que se vaya a poner en marcha. Cuando se trata de una cocina, con más razón. Establecer el precio máximo que se pretende pagar o se puede permitir, incluyendo los elementos en los que se prefiere invertir mayor capital y en los que prefieres ahorra, es fundamental.
Puede darse el caso de que prefieras electrodomésticos de alta gama o quizá, te gustaría más colocar una encimera a medida, fabricada con materiales de última generación. Teniendo claro los elementos más importantes y en los cuales no se quiere escatimar, es más factible adaptar el resto del presupuesto para todo aquello que tenga menos importancia. Hay que tener presente que un presupuesto siempre admite modificaciones, pero en principio, supone la base elemental para empezar con el diseño y la creación de la cocina perfecta.
Una vez que el presupuesto queda establecido, llega la hora de hablar del espacio. La forma de la cocina y sus dimensiones, es algo que por lo general viene impuesta, debido a su distribución en la construcción. Tanto dimensiones como forma van a condicionar sobre manera la forma de los muebles y su disposición: en forma de L, de U, recta…
Cualquier profesional del sector pude crear la distribución perfecta en función del espacio disponible. Tan solo es necesario un plano en el que consten las medidas exactas para que hagan su magia. Por otro lado, es posible hacer un esquema con todas las preferencias y gustos personales que los profesionales pueden transforman en una imagen tridimensional para que pueda verse con mayor claridad.
A la hora de proceder con la distribución, lo primero que se hace es empezar por la zona de trabajo. En el sector se realiza la distribución a partir de lo que denominan “triángulo de trabajo”, compuesto por tres puntos: almacenaje, lavado y cocción. Esto se corresponde con la nevera, el fregadero y la placa, consideraros los tres ejes sobre los que gira la cocina.
En cuanto a la zona del fregadero, debe colocarse cerca de la nevera, puesto que uno de los movimientos más habituales, es sacar los alimentos frescos y lavarlos. Por otro lado, la placa y el fregadero, deberían encontrase en el mismo frente o ángulo continuo, sobre todo si se tiene en cuenta que el espacio que quede entre ambos, va a determinar la zona de trabajo.
Una buena forma de facilitar la distribución, es situar en primer lugar los electrodomésticos: primero el frigorífico, a continuación el fregadero y en último lugar, la cocina. Entre ellos debe existir una separación mínima de noventa centímetros, aunque lo ideal es que ronde los ciento veinte. Junto al frigorífico, suele ubicarse la despensa o zona de almacenaje de los alimentos. Junto al fregadero, el lavavajillas. Este a su vez, cerca de un armario en el que se guarda el menaje de la cocina. Debajo, los cubos de basura.
Nos falta otro indispensable de la cocina: el horno. Lo habitual es colocarlo cerca de la cocina y junto al mismo, cajones para meter elementos como cucharones, cubertería, trapos…. En los cajones de mayor profundidad se colocan las cazuelas para tenerlo todo a la mano. Una vez que todo esto está ubicado, hay que pararse a pensar e imaginar si dispones del espacio necesario mientras realizas las tareas habituales. La distribución aporta comodidad y fluidez cuando llega el momento de trabajar en la cocina.
Más cosas a tener en cuenta
Teniendo clara la distribución, llega el turno a otros aspectos como el color que debe aportar luminosidad. Si se trata de un espacio pequeño, conviene apostar por colores luminosos y claros que dan sensación de amplitud. En el caso de tratarse de un espacio mayor se puede optar por colores más atrevidos.
En cuanto a la encimera, esa superficie ideada para trabajar en la cocina, se trata de una de las partes que más sufre. Sobre ella colocamos todo tipo de cosas, frías o calientes, cocinamos, golpeamos los alimentos, cortamos ingredientes… no reparamos mucho en lo que sufre hasta que toca cambiarla. Por esa razón, las encimeras deben ser funcionales y resistentes a la par que bonitas. Optar por piedra natural, ofrece gran resistencia a temperatura, manchas y cortes, además de encontrar innumerables variedades y colores. En este aspecto conviene informarse sobre todos los materiales disponibles en el mercado, ya que las encimeras sintéticas ofrecen muchas opciones.
Una cocina no es una cocina si no dispone de electrodomésticos que te faciliten la vida. Se trata de elementos esenciales para nuestro día a día, por lo que merece la pena invertir un poquito más a la hora de adquirirlos. Elegir unos u otros, dependerá del espacio de la cocina, las necesidades reales de uso, y sobre todo, los que van a ser más utilizados. Puesto que la cocina es una de las estancias de las viviendas en las que se produce una mayor demanda energética, lo mejor es optar por electrodomésticos de bajo consumo.
Por último, el mobiliario. Existe una variedad tan amplia de muebles de cocina que es fácil encontrar el adecuado, lo difícil es elegir un diseño entre tanta variedad. Tanto las cocinas clásicas, como las minimalistas cuentan con todo tipo de diseños, colores y materiales en su fabricación. Aunque debería primar la funcionalidad sobre la estética, por lo que a la hora de elegir, conviene tener en cuenta que la cocina es un espacio que hay que limpiar asiduamente, acumula grasa, se mancha a menudo… Lo mejor es decantarse por diseños y materiales que permitan un mantenimiento sencillo para que permanezca limpia.
Aparte de todo esto que resulta indispensable, existen elementos creados para añadir espacio extra en las cocinas. Respecto al menaje necesario, cada vez existen más elementos que facilitan las tareas culinarias, aunque lo elemental son cuchillos, cazos, cazuelas, sartenes, trapos, peroles, cubiertos… Así como conviene prestar atención a la grifería o la iluminación, justo antes de añadir ese toque personal que hará que, la cocina, se convierta en tú cocina.