A la hora de comenzar una nueva actividad laboral, a muchos de nosotros nos surgen miles de dudas puesto que, aunque tengamos iniciativa emprendedora, los costes derivados de montar una empresa suelen ser bastante elevados, es por ello por lo que muchos de nosotros, aunque inicialmente tengamos muy buenas intenciones, por uno o por otro motivo, la gran mayoría de las ocasiones terminamos echándonos atrás por miedo a perder parte de nuestro patrimonio. Sin embargo, de un tiempo para esta parte, en nuestro país, al igual que en el resto del planeta, se está fomentando mucho el uso del coworking como elemento clave para desarrollar nuevas empresas de forma viable y así facilitar el emprendimiento por parte de empresarios con un nivel de recursos menor.
El trabajo cooperativo o como se le conoce de forma habitual, por su nombre en inglés, coworking, no es más que otra forma diferente de trabajo que nos permite a profesionales independientes de diversos sectores, emprendedores y por supuesto, pequeñas y medianas empresas de diferente índole empresarial, compartir un mismo centro de trabajo, un espacio tanto virtual, por medio de un sitio web, como físico, con el único fin de llevar a cabo diferentes proyectos profesionales de forma independiente. Sin embargo, en estos espacios también es habitual que surjan uniones temporales de empresas para desarrollar proyectos en conjunto.
El coworking es por tanto un nuevo concepto de empresa en el que los emprendedores comparten oficina y equipamientos con el fin de abaratar costes y poder poseer de un domicilio fiscal físico, así como un entorno de trabajo en el que disponer de todo el material de oficina necesario y equipamientos como despachos y salas de reuniones para cerrar acuerdos.
Este trabajo cooperativo nos ofrece multitud de ventajas a los emprendedores, entre las que destacan las siguientes:
- No existen interferencias: al estar todos trabajando, cada uno en su empresa, es más fácil lograr a habituarse a una rutina propia de una sociedad mercantil convencional.
- Mejores redes de contactos: simplemente con entablar conversación con los otros emprendedores, ya estaremos aumentando nuestra red de contactos sin tener que llevar a cabo mucho esfuerzo. Este tipo de acciones las podemos llevar a cabo durante eventos, la pausa de la comida o el café…
- Más relaciones externas: los empresarios que gestionan los espacios de trabajo colaborativo a menudo trabajan mano a mano con contactos externos, lo cual permite descubrir a los coworkers y con ello crear nuevas oportunidades de negocio.
- Flexibilidad de uso del espacio: los espacios de trabajo colaborativo ofertan normalmente diferentes planes de precios en función de los usos que le demos, las horas que pasemos o los espacios y servicios que nos sean necesarios. Además, de forma común, no suelen requerir contratos de estancia a largo plazo por lo que podremos estar el tiempo que necesitemos.
- Espacios propios y privados: este tipo de lugares nos ofrece una zona exclusiva para nosotros, así como otras en las que o bien reservaremos el espacio para recibir a clientes o realizar presentaciones o directamente lo compartiremos con otros emprendedores.
Lo cierto es que si estamos comenzando de cero, la mejor opción y más económica es acudir a The Underground Den, un espacio de coworking pensado específicamente para emprendedores que quieren iniciar su actividad laboral sin desembolsar grandes cantidades de dinero derivadas de la compra o alquiler de una sede así como de la reforma y montaje de las instalaciones. En este caso, por una pequeña cuota, ya podrá comenzar a trabajar desde el primer día puesto que cada una de las zonas que componen el espacio ya están diseñadas y montadas para desempeñar actividades laborales.
Las comunidades autónomas también apuestan de manera notable por el coworking
Tan solo entre el año 2016 y 2017 se han puesto a funcionar en Castilla La Mancha, un total de 14 espacios destinados a fomentar el coworking en las principales ciudades de la región. Sin embargo, este crecimiento se vive a lo largo y ancho de toda España, pero es esta comunidad autónoma, la castellana, una de las que más fuerte está apostando por este modelo de trabajo y la Junta ha aprobado una nueva partida de medio millón de euros para reavivar el emprendimiento en esta zona de la Península a través de 15 nuevas instalaciones de coworking para desarrollar actividades laborales.