Es un pensamiento generalizado pensar que la casa es la mejor inversión que se puede tener, y los pensamientos que los generan son en cierta manera lógicos, pues una casa siempre está ahí, y pase lo que pase siempre se puede vender. Pero desde el punto de vista económico la cosa cambia, y cuando alguien va a vender una casa y se da cuenta de que está perdiendo dinero, empiezan los lamentos.
Desde el punto de vista económico, una inversión es rentable cuando el coste de adquisición es bajo, y los costes de mantenimiento se reducen o anulan con el tiempo. Y bien, si nos paramos a pensar, una casa no cumple con estas premisas por varios motivos.
Por un lado tenemos que el coste de adquisición de una vivienda es alto de por si, necesitamos normalmente hipotecas para poder comprar casas (porque no todo el mundo tiene más de cien mil euros sin tocar en una cuenta). Además, las hipotecas conllevan intereses y cláusulas abusivas que lastran aún más nuestro matrimonio, pero es el precio que hay que pagar por tener en propiedad una vivienda.
Y por otro lado, es importante darse cuentade que los gastos de mantenimiento de una vivienda no disminuyen, sino todo lo contrario, aumentan. Se tienen que pagar gastos de agua, luz, Internet, gas y comunidad, lo que supone que cada mes la casa “se come” parte de nuestro presupuesto además del pago de la hipoteca. Así mismo, se generan otros gastos en forma de impuestos, como el impuesto local por la recogida de basuras, el impuesto de bienes inmuebles o la plusvalía por ganancia patrimonial derivada de una venta. Como vemos, más y más gastos.
Es por este motivo que tener una vivienda no es la mejor inversión, pero ojo, esto no quiere decir que no sea necesario, pues si no ¿dónde viviríamos? El alquiler tampoco renta cuando lo que pagas del mismo puede ser invertido en el pago mensual de la hipoteca. Y hay que reconocer también que existen casas realmente bonitas que se convierten en nuestros hogares.
Para que a la hora de comprar o vender no perdamos dinero hay que saber con exactitud el precio del bien inmueble. Y para ello, hay que realizar complejos estudios de mercado que tienen en cuenta el valor del suelo, del inmueble, el vecindario y muchos otros factores. Si quieres ahorrarte este paso, lo más recomendable es acudir a inmobiliarias que ofrezcan estos servicios y que vendan tu vivienda. En opinión de especialistas del sector inmobiliario como Suma Inmobiliaria,formada por un equipo de profesionales con una amplia experiencia en el mercado inmobiliario de lujo en las zonas más exclusivas de Madrid, vamos a daros algunos consejos.
La tasación clave para no perder dinero en una venta
De todas formas, tal y como venimos diciendo, la tasación es imprescindible, y vamos a ahondar un poco más en este sentido, ya que hay puntos bastante confusos. Vamos a empezar diferenciando entre la tasación de viviendas y la hipotecaria, que se establece en la Orden ECO/805/203 y que explica que el valor de mercado es el que un tercero esté dispuesto a pagar, en cambio la hipotecaria es aquella que se obitene con una tasación profesional en la que se tienen en cuenta las condiciones del mercado y otros aspectos, y sobretodo el elemento especulativo.
Además, tenemos la tasación fiscal, que es aquella que utiliza Hacienda para liquidar impuestos dependiendo de la Comunidad Autónoma en la que se ubique la casa. Y se calcula utilizando un coeficiente sobre el valor catastral de la vivienda, o estableciendo un mínimo sobre el valor edificado.
Una buena tasación es un arma arrojadiza tanto para el comprador como al vendedor en una negociación, pues lo que estás mostrando es que un bien inmueble concreto tiene un precio por una razón y no simplemente porque lo diga el vendedor o el comprador.
En conclusión, quizá los bienes inmuebles no sean una inversión tan positiva como se podría pensar, pero lo cierto es que es imprescindible en nuestra vida. Y para no perder dinero, lo más recomendable es realizar tasaciones antes de la compra y cuando se quiere vender, para tener argumentos para sacar el máximo beneficio.