El resto más importante y difícil al que me he enfrentado en cuestiones de hogar ha sido la reforma integral que realicé hace un par de años y de la cual ahora estoy encantada, pero todos sabemos que las reformas traen quebraderos de cabeza, queramos o no.
Tras mi experiencia me he decidido a dar algunos consejos antes de que nadie se anime a realizar algo así porque, si me hubieran contado estas cosas, probablemente me habría sido todo más sencillo.
Para empezar, a la hora de buscar una empresa que os haga el trabajo, tenéis dos opciones, contratar a especialistas en diferentes ámbitos de la reforma (fontaneros, albañiles, electricistas, etc.) o contratar una empresa de reformas integrales que os haga todo el trabajo. Personalmente yo os aconsejo la segunda opción y, en mi caso, opté por Reformas Martí, con quienes acabé encantada, tanto por presupuesto como por el trabajo realizado.
Tened en cuenta que si contratáis a varios profesionales diferentes, tendrán que ponerse de acuerdo entre ellos a la hora de trabajar en una casa y, no es improbable, que surjan dudas o que una mala comunicación llegue a atrasar el proyecto entero. Por eso yo prefiero contratar a una única empresa ya que la comunicación es fluida entre sus trabajadores y es más sencilla la organización de todo.
Una vez elegido el quién, empecemos con el cómo, veamos algunos consejos previos antes de realizar una reforma en tu hogar. Hazte un presupuesto de la reforma y compáralo con el presupuesto que te ofrezcan. Es muy probable que, como no somos profesionales del sector, los presupuestos sean muy diferentes pero así podrás hacerte una idea de lo que tenías pensado y lo que es en realidad para comprobar que puedes permitírtelo. Una vez te hayas animado ponte en contacto con la empresa que vayas a contratar y que te digan el planning que tienen para poder ir recogiendo cada estancia según vayan a ir reformando. Guarda todo en cajas y ponles el nombre, tanto del contenido (a nivel general) como de la estancia en la que van los objetos guardados, así podrás luego recolocarlo todo con mayor facilidad. Intenta organizarte también para que haya alguien siempre en casa con los obreros, no porque desconfías de ellos, sino porque es posible que necesiten agua, trapos o cualquier otra cosa que podamos facilitarles nosotros y evitar que pierdan tiempo valioso.
Asimila también, que la reforma durará una semana más, como mínimo, del plazo que ellos te digan porque suele ocurrir a menudo, y si no ocurre te llevarás una grata sorpresa así que nunca vendrá mal esa semana de más en tu mente.
Y por último, si eres de los que se estresa fácilmente, hazte a la idea de que esas semanas van a ser intensas y vas a tener todo desorganizado así que procura tomarte las cosas con tranquilidad o, si tienes la posibilidad de hacerlo, instalarte de ocupa en casa de un familiar o amigo porque, aunque tengas que estar yendo y viniendo, siempre será mejor descansar y dormir en un lugar tranquilo y recogido que en una casa de locos, que es en lo que se va a convertir tu vivienda mientras dure la reforma.