Aunque ya has superado con éxito la parte más difícil: conseguir un trabajo; ahora es que falta camino por recorrer. Por ejemplo, lo siguiente es que deberás enfrentarte al reto del periodo de adaptación en donde deberás conocer a tus nuevos compañeros, demostrar tu valía en tus nuevas funciones y entrar pisando fuerte.
Los primeros 30 días siempre son clave para lograr el éxito futuro. Las empresas lo saben y algunas se toman la molestia de elaborar programas de bienvenida y de aprendizaje para sus nuevos empleados. Sin embargo, los empleados también deben formar parte activa a la hora de superar esa sensación de desorientación de los primeros días.
Suele pasar que al llegar a un nuevo trabajo, los empleados no saben muy bien qué se espera de ellos, a quién pueden acudir para pedir ayuda, durante cuánto tiempo y de qué manera deben aprender las tareas del día a día… y, sobre todo, desconocen con qué criterios les juzgarán tanto sus nuevos jefes como sus compañeros.
Sin duda, llegar nuevo a una empresa no siempre es fácil, más aún si se trata de tu primera experiencia laboral. Es normal experimentar cierto estrés ante la incertidumbre de lo que te espera, y la presión por responder a las exigencias del puesto, y del equipo.
Sin embargo, hay ciertos consejos que puedes poner en práctica para salir airoso de esta situación. El equipo especialista en del registro de los tiempos de la jornada laboral de Timenet, nos comparten algunos de ellos:
Cuida la imagen que proyectas
Lo primero a cuidar, por supuesto, es la primera impresión que daremos en nuestro nuevo trabajo. Debemos esforzarnos en ello, ya nunca hay una segunda oportunidad, y algunas personas son muy rápidas en formarse un juicio.
Para esto, lo mejor es adaptarte a los códigos de conducta y vestimenta de la empresa; además de siempre mostrarte curioso, proactivo y proyectar siempre una sonrisa.
Comprende la dinámica de la empresa
Analizar el ambiente laboral, aprender el funcionamiento de los diferentes departamentos y cómo es su interacción, cuáles son los procesos, estructura y objetivos de la empresa; y muy importante, cuáles son las responsabilidades clave de tu puesto son los aspectos claves para una adaptación exitosa.
Extrae toda la información posible sobre la empresa y tu misión en ella.
Un consejo que te puede ayudar mucho, sobre todo el primer día, es recabar la mayor información que puedas sobre la empresa. Si conoces la empresa y sus objetivos podrás llegar enfocado a encontrar la mejor forma de contribuir a alcanzarlos con tu trabajo.
Es conveniente que indagues en la web de la empresa, memorias de actividades y toda la documentación a tu alcance sobre ello, y complementes esta información con la que puedan ofrecerte tus superiores y compañeros una vez en la oficina.
Por ejemplo, será útil conocer cuál es tu misión en la empresa, qué logros se esperan de ti, quién se encargaba de tus funciones hasta ahora, cómo lo hacía, cómo se evaluaba su trabajo, cómo podría mejorarse, qué nuevos retos se plantean, ante quién respondes, con qué apoyo puedes contar y para qué, cuáles son tus competencias, qué autonomía tienes para la toma de decisiones, quiénes forman el departamento y cómo se integra éste en la estructura de la empresa,cuáles son los procedimientos de trabajo y de comunicación dentro de la empresa, etc.
Escucha y observa
Es probable que tengas mucha seguridad sobre tu capacidad para hacer el trabajo, ya que justamente tu experiencia y conocimientos te hicieron obtener el puesto. Sin embargo, la confianza excesiva puede convertirse en arrogancia y generar reacciones negativas entre tu equipo.
Cuando llegas a un lugar nuevo, lo mejor es observar cómo es la dinámica en el lugar y adaptarte a nuevos procedimientos. Tomar decisiones apresuradas pensando que tienes absoluto dominio del puesto es un error. Tus primeros 90 días son para aprender y adaptarte, no para cometer errores por exceso de confianza.
Relaciónate con tus compañeros
Te resultará más sencillo integrarte en el equipo de trabajo si comienzas a socializar, por ejemplo, participando en los actos sociales de la empresa, sean oficiales o no.
Compartir el momento del desayuno, ir a las comidas de empresa, o quedarte al salir del trabajo a tomar algo, también te ayudará a establecer vínculos con tus compañeros, a conocerlos y que te conozcan mejor, y a estar al día de los temas relacionados con la empresa y el trabajo.
Mantén tus opiniones a raya
Siempre es bueno intentar aportar algo para la empresa desde los primeros días; sin embargo debes cuidar evitar los juicios sobre el trabajo de otros compañeros.
Antes, infórmate sobre las circunstancias que llevaron a hacer el trabajo de esa manera, interésate por las razones para seguir haciéndolo así, reconoce el valor o el mérito del trabajo realizado, y plantea tu propuesta de forma constructiva, es decir, ofreciendo soluciones, con respeto y consideración.
Sé un verdadero team-player
Todos queremos nuestra valía y capacidades de trabajo desde el día uno, sin embargo, los empleadores suelen tomar mucho más en cuenta que tan valiosos somos para el equipo, que como individuos.
Por lo tanto, es bueno admitir que no somos los únicos responsables de nuestro éxito y aprender a compartir el mérito o reconocimiento obtenido por los mismos con nuestro equipo. Esto no sólo favorecerá la cohesión con tus compañeros, y la futura productividad del equipo, sino que será, con toda probabilidad, lo más justo.
Actúa con prudencia
Por muy rápido que puedas ser adaptándote, tienes que tener siempre en cuenta que al ser nuevo, siempre habrá mucho que todavía no sepas sobre tu empresa.
Por esta razón, la mejor forma de no meter la pata es mantenerte optimista y positivo, y evitar valoraciones negativas sobre nada ni nadie perteneciente o ajeno a la empresa.
Haz preguntas y pide feed-back
Es normal que te surjan dudas sobre el funcionamiento de la empresa, incluso sobre tu propio trabajo.
Por esto, no temas exponer cada una de tus dudas, tu jefe está consciente de que eres nuevo y habrá cosas que no sepas hacer. Además que tus primeros días son el momento de aprender y anticiparse a los errores.
Eso sí, para aclararlas, debes seguir 3 reglas de oro, si no quieres resultar una carga para la persona encargada de acogerte en la empresa:
- Si puedes resolver la duda por ti mismo, hazlo.
- Anota las dudas que te vayan surgiendo para preguntarlas todas a la vez, en lugar de interrumpir el trabajo de los demás de forma intermitente.
- Apunta las respuestas si es necesario, pero evita hacer las mismas preguntas una y otra vez.
Además, te recomendamos pedir a tus supervisores y compañeros que valoren tu trabajo, para saber si estás respondiendo a sus expectativas, qué puedes hacer mejor y cómo conseguirlo.
Haz un plan de 90 días
90 días o 3 meses suele ser el periodo de tiempo en el cual debes demostrar que fuiste la mejor elección, por ello es necesario que preguntes cuáles serán los objetivos que deberás alcanzar durante ese tiempo. Tenlos en mente ya haz un plan que te permita alcanzarlos dentro de ese tiempo.
Crea una buena relación con tu jefe
Todos los expertos coinciden en señalar la importancia de la empatía, y cuando se trata de la empatía con el jefe, esta actitud debe incluir además que hay que adelantarse y superar sus expectativas.
Para conseguir este fin, se aconseja conocer cuáles son las expectativas del jefe, tanto inmediatas como a largo plazo. Otro consejo útil es que a pesar de los miedos iniciales, establezcas una buena comunicación con los superiores, algo que solo es posible mediante el diálogo.
Por ejemplo, puedes averiguar cómo quiere que te informe tu jefe, ya sea a través de reuniones periódicas o mediante la preparación de un escrito sobre lo que se ha hecho o cómo se cuantificarán sus objetivos.
Prepárate para las sorpresas
Aunque vayas con la mejor mentalidad, los primeros días de tu nueva experiencia laboral te enseñarán mucho, incluso cosas que no te gusten. Por esto, debes estar preparado para no desanimarte con el primer obstáculo y entender que todos los trabajos tienen tanto lados positivos como negativos.
Además, como dijimos anteriormente, hay muchas empresas que estructuran de una manera muy formal los procesos de sus empleados y ofrecen revisiones, estructura y feedback, pero hay otras que no tienen esa práctica.
Es estos casos el trabajo de adaptación será solo tuyo y será importante que hagas un buen plan que te haga quedarte en el empleo de manera permanente y conseguir tus objetivos.
Se paciente
Y por último, sé paciente y flexible. Adaptarse a un nuevo entorno lleva su tiempo, y es un proceso que hay que ir cumpliendo paso a paso.
También por ejemplo debes tener en cuenta que puede haber compañeros que se hayan sentido perjudicados o decepcionados con tu contratación, a los que deberás darles tiempo para que se adapten y te acepten.
Piensa siempre que todo se trata de ir construyendo un ambiente enriquecedor y productivo, que se convierta en el escenario más favorable para tu desarrollo personal y profesional.