El vino es una de las bebidas emblemáticas de España y de Europa. Miles de personas son amantes de ellos y buscan tener sus propias colecciones de vinos, y para ello, lo ideal es contar con un lugar que ofrezca las medidas necesarias para protegerlo y asegurar su calidad el tiempo que deseemos tenerlo en la reserva.
Las bodegas de vino son la mejor forma de protegerlos, porque cuentan con todas las especificaciones que permiten darle una vida larga y que aseguran la calidad de los vinos a corto, mediano y largo plazo. Anteriormente tener una bodega de vino era impensable para un ciudadano común y siempre se vieron como muestras indiscutibles de la posición económica de quien las poseía, sin embargo, desde hace unos años para acá, y considerando los propios espacios en casa y una serie de medidas sencillas de llevar a cabo, tener pequeñas bodegas en casa, es posible para todo el que esté dispuesto a hacer ciertas modificaciones e invertir en su pasión el vino.
Acondicionar un lugar de la casa como una bodega de vinos, puede aportar un valor significativo a la propiedad, que puede ser atractivo para futuros compradores, por lo que puede considerarse una inversión inteligente para proporcionarle más belleza. La importancia que se le da una bodega de vinos en una propiedad, puede compararse con espacios como una bella terraza, una oficina bien decorada o un precioso baño principal. Los detalles decorativos del espacio y el cuidado del mismo, pueden convertir una propiedad en algo exclusivo y que incrementará considerablemente su precio en el mercado.
Es por ello que los especialistas de Vivace Bodegas Climatizadas nos cuentan qué necesitamos tener en cuenta a la hora de comenzar el acondicionamiento del espacio para una bodega de vinos.
Las claves para una buena bodega en casa
Para tener una bodega que cumpla con las necesidades propias del vino, hay que considerar tres aspectos importantes a la hora de acondicionar un espacio en casa, esto para que la inversión que hagamos en nuestra colección de vinos, esté bien resguarda y podamos disfrutarlos de la forma adecuada:
- Luz: Las bodegas deben estar lejos de los lugares de la casa en los que la entrada de luz del sol sea protagonista, pues es un enemigo mortal de los vinos. Para ello, se pueden habilitar los sótanos, huecos bajo las escaleras o los lugares más oscuros de la casa. De no poseer este tipo de espacios, hay muchas otras opciones de ubicación. Lo importante es que la luz natural no afecte el espacio y por ende, la calidad de los vinos.
- Humedad: Para la conservación del vino, el espacio debe contar con una humedad relativa del 70%. Este pudiera ser el aspecto más delicado a tomar en cuenta, pues si hay demasiada humedad, puede ocasionar moho dentro del espacio, pero si no hay suficiente, puede resecar los corchos y afectar la calidad del vino. Sin embargo, existen aparatos diseñados específicamente para mantener la humedad necesaria en los espacios, por lo que sí naturalmente no podemos solventarlo, la solución está al alcance de las manos.
- Temperatura: Este aspecto es primordial para el acondicionamiento de las bodegas, como mencionamos anteriormente, no deben recibir luz natural, así como tampoco pueden recibir cambios constantes entre el calor y el frío, lo que ocurriría en caso de no tener un espacio bien acondicionado. Mantener una temperatura constante, es elemental para la conservación adecuada de los vinos. Se recomienda que los espacios cuenten con un ambiente que se mantenga entre los 10 y 16 grados.
Por otro lado, es necesario tomar en cuenta algunos aspectos generales que ayudarán a la conservación de los vinos, ya que estos son bastante propensos a integrar a sus componentes los olores ambientales, es por esto que las bodegas deben mantenerse lejos de olores fuertes como quesos o charcutería, pintura, gasoil, etc. A su vez, hay que tener cuidado con las vibraciones, por lo que lo ideal es tener una buena estructura que pueda proteger las botellas.
Ahora bien, teniendo a la mano los aspectos físicos del espacio que convertiremos en bodega, hay que considerar cómo llenaremos el espacio y qué tipo de mobiliario se necesita en una bodega de vinos casera.
- Iluminación: La iluminación no debe ser muy fuerte, una bombilla simple funciona a la perfección. Debemos recordar que lo ideal sería que la luz natural no tocará el espacio, por lo que con ese tipo de iluminación es más que suficiente.
- Mobiliario: El almacenamiento de las botellas es un aspecto al que se le debe dar la importancia que merece, pues de nada sirve acondicionar un espacio y cumplir a rajatabla con las indicaciones ambientales para la conservación de los vinos, si a la hora de almacenar, lo hacemos mal. Las estanterías de madera son tradicionales y funcionales, lo ideal es que para que se mantengan en buen estado, las condiciones de humedad sean las indicadas. De igual manera las estanterías de metal pueden funcionar a la perfección, pues aun en caso de que llegasen a oxidarse, esto no influirá en la calidad y sabor del vino. También se recomiendan muebles de mampostería, barro o arcilla, siendo estos los más eficaces.
- Armarios de Conservación: Sea para consumo a corto, mediano o largo plazo, estos armarios son muy funcionales, pues unos se especializan en atemperar los vinos para el consumo y los otros a su conservación. En este punto, podemos contar también con los aparatos de creación de atmósfera inerte que se utilizan en botellas abiertas, su función es evitar que el vino pierda sus propiedades si no se consume en su totalidad, y esto se logra sustituyendo el aire de la botella por nitrógeno, lo que crea un ambiente que evita la oxidación del vino.
Otro aspecto importante es la colocación de las botellas en las estanterías, por lo que ubicarlas correctamente, es tan necesario como la humedad o la poca luz. En el caso del vino, las botellas deben descansar en horizontal o tumbadas, de forma que el caldo se mantenga siempre en contacto con el corcho. Mientras que si la bodega también tendrá espacios para otro tipo de bebidas, estas deben mantenerse de forma vertical. Recordemos que lo ideal a la hora de consumir este tipo de bebidas es que sus propiedades individuales puedan ser apreciadas.
Ahora bien, ya que tenemos el espacio y el vino, la hora de disfrutarlos también tiene algunas normas a seguir para disfrutar mejor de las propiedades de los mismos, es por ello que hay elementos de los que no podemos prescindir:
- Caja de accesorios: los básicos son un decantador, un sacacorchos, una cubitera (para enfriar los vinos blancos o espumosos), un filtro (por si el vino tiene posos), tapones a presión (por si dejamos una botella inacabada). Partiendo de allí, las posibilidades son infinitas y dependen de cuantos accesorios deseamos tener: argollas anti goteo, platillos para colocar las botellas sobre la mesa, escanciadores, sacacorchos semiautomáticos, termómetros, descapsuladores, aireadores…
- Un buen juego de copas de cristal: no es necesario contar con un juego para el vino tinto y otro para blancos y espumosos, ya que actualmente hay diseños que se ajustan a todas las opciones, pero contar con al menos un buen juego de 12 copas es básico. También es importante si en nuestra bodega hay otro tipo de bebidas, tengamos juegos de vasos apropiados para ellos y los elementos necesarios para hacerles justicia.
Por último, lo importante es que la bodega que tengamos en casa, se amolde a nuestra personalidad y a nuestros gustos. Si somos arriesgados y nos gusta lo que llame la atención, podemos crear bodegas que forman parte del suelo de nuestro hogar y que permitan a los invitados verlas a sus pies. También puede ser una de estilo acuario, en la que podamos ver todo lo que hay dentro, las tradicionales bodegas estilo cueva que tanto hemos visto en series o películas. Otra opción son las bodegas que se encuentran camufladas en pisos o techos y que sólo son visibles, cuando así lo queremos.
Hay muchos estilos diferentes y sólo debemos encontrar ese con el que nos sintamos más identificados y que encaje más con nuestro día a día. Coleccionar vinos es una pasión que puede dar muchas satisfacciones y que haciéndolo bien, podemos asegurar una colección duradera, interesante y sobre todo llamativa para familiares y amigos.
Por suerte, España tiene una industria vinícola de la mayor calidad, por lo que si queremos comenzar nuestra colección, lo mejor que podemos hacer, es empezar por consumir el producto hecho en casa. Nuestro país tiene 969 hectáreas de viñedo, lo que se traduce en el 13% del total mundial. Tenemos más 4300 bodegas de vino de las cuales más de 3000 son exportadoras. Por lo que, apoyar la producción vinícola no solamente nos proporcionará vinos de calidad internacional, sino que nos permite impulsar nuestra economía, ya que se generan empleos no solamente en las bodegas, sino también en la hostelería y el turismo.