Las pulseras son una de las joyas y complementos más utilizados. Entre ellas, las pulseras personalizadas son una variante que está causando sensación. Te comentamos algunas de las opciones más populares.
Las pulseras son un abalorio que nunca pasa de moda. En cierto modo, son un talismán. Con ellas, lucimos la muñeca vestida y nos sentimos más seguras o seguros. Tienen la ventaja de que son un complemento versátil. Combinan bien con casi cualquier look. Podemos llevarlas tanto en una gran ocasión como para el día a día.
Dado el carácter personal que tienen, regalarlas simboliza una conexión entre quien hace el regalo y quien lo recibe. Puesto que las llevamos con frecuencia y podemos verlas solo con dirigir la mirada a las manos, nos acordamos de la persona que no ha hecho el obsequio.
Siempre se ha tendido a personalizar las pulseras. Bien grabándolas en una de sus piezas planas o añadiéndole un adorno. De unos años a esta parte, los joyeros de Joyería Lorena, una joyería valenciana especializada en joyas personalizadas, nos cuentan que la personalización de las pulseras ha experimentado un auge. Son estas, unas de las pulseras que más se venden y más se regalan.
A las pulseras personalizadas con el nombre del destinatario o con la inicial, encontramos pulseras por profesiones (enfermera, maestra, arquitecto, etc.) pulseras con el signo del zodiaco, pulseras con corazones, pulseras con amuletos o pulseras con una o varias medallas incorporadas que podemos grabar con una frase inspiradora o con una fecha representativa.
Las pulseras con charm, cuentas con símbolos que podemos enlazar dentro del cordón, diseñándonos una pulsera a nuestro gusto, es uno de los artículos de joyería que más está triunfando en las últimas décadas. Casas internacionales de joyería como “Pandora” han hecho de este artículo uno de sus productos estrella.
Los charm.
Los charm parecen un complemento nuevo, pero como nos dice el blog Charm Prestigio, son tan antiguos como la propia humanidad.
En el neolítico, los cazadores llevaban colgados al cuello amuletos y piedras perforadas que enlazaban dentro de un cordón de fibras vegetales. Eran objetos que les traían suerte y que les protegían de los malos augurios.
Las cuentas que conforman los rosarios son un tipo de charm. Algunas de las grandes religiones usan estas joyas sagradas que sirven como guía a los fieles para su oración. Estamos hablando del catolicismo, del hinduismo, del budismo y del islam.
El rey Enrique VIII de Inglaterra colgaba de su cuello un gran collar compuesto por charm de oro y piedras preciosas que simbolizaba su poder y que era un colchón para garantizar la prosperidad. Cada una de esas cuentas podría venderse por separado por una alta cantidad de dinero.
Excavaciones arqueológicas en Egipto han encontrado pulseras y collares hechos con charm de oro y plata con incrustaciones de piedras preciosas que formaban parte de la indumentaria del faraón.
Muchas tribus nómadas de Asia y África han utilizado los charm para confeccionar sus joyas. Estos charm reflejaban el estatus social, el linaje y los lugares que había visitado quien los llevaba. De ahí, el sentido exótico de este elemento.
La reina Victoria de Inglaterra llego a ser una gran aficionada a los charm. Con estos adornos confeccionaba joyas exclusivas. Fue tal el impacto que produjo su joyería que creo tendencia. Las damas de la alta nobleza y burguesía británica emulaban a la reina incorporando elementos étnicos a sus joyas.
Cuando murió su marido, el príncipe Alberto, la reina ordenó diseñar algunos charm a los joyeros más prestigiosos de Londres. Algunos de estos charm contenían cabellos del rey consorte que la reina combinaba en pulseras y collares.
El significado de los charm más populares.
Cada uno de estos adornos tiene un significado. El blog personal Stlyle Diary nos comenta algunos de los más populares. Son estos:
- El árbol de la vida. El árbol de la vida es la imagen completa de un árbol en su máximo esplendor. Suele incluir las raíces, el tronco, las ramas y las hojas. Nos recuerda la conexión con nuestros orígenes y con el mundo que nos rodea. Representa un espíritu enraizado en la tierra, con los pies en el suelo, inquebrantable ante las vibraciones y amante de la naturaleza.
- El corazón. Este un símbolo atemporal de amor. Uno de los regalos clásicos entre los enamorados. Un motivo que admite diferentes diseños, pero que siempre transmite el mismo mensaje.
- La llave de la sabiduría. Este charm está compuesto por un candado y una llave que lo acompaña. Este adorno indica que somos los dueños de nuestro propio destino. Que solo nosotros podemos decidir a quién entregamos la llave que da entrada a ciertas facetas de nuestra vida. Este candado, además, puede simbolizar un espíritu curioso, sediento de nuevos conocimientos. Dispuesto a abrir la cerradura que da acceso a nueva información secreta o escondida.
- El trébol de cuatro hojas. Este signo, que asociamos a la simbología irlandesa, es un talismán de buena suerte. En un campo de tréboles, en el que nos topamos por casualidad con un trébol de cuatro hojas, significa que el destino nos ha sonreído. Que disfrutamos de su gracia y protección. A partir de ahí, nada puede salir mal.
- La mariposa. La mariposa representa la transformación, el renacimiento. Más allá de la belleza que encierran estos vistosos insectos, el símbolo de la mariposa hace referencia a la metamorfosis que experimenta un gusano antes de convertirse en un brillante lepidóptero. Una transformación que nos hará sentirnos más libres y bellos.
- La estrella. Este es otro símbolo brillante que transmite un mensaje que va más allá de su apariencia. Las estrellas son la luz en la oscuridad. Lo que nos permite ver en plena noche cerrada. Es, a su vez, una guía, una referencia. Un punto luminoso que nos guía en nuestro caminar.
- La tortuga. La tortuga representa longevidad y estabilidad. Estos reptiles son unos de los animales más longevos que existen. La tortuga gigante de las islas Seychelles llega a vivir hasta 500 años. Aunque la tortuga se mueva lenta en tierra, sabemos que es un animal que no se desvía de su camino. Por lento que avance, terminará llegando a su destino.
Pulseras de piel y tela para ellos.
Las pulseras son unas de las joyas más utilizadas por el hombre moderno. Si bien, no son las clásicas esclavas de oro o de plata que podrían llevar nuestros abuelos y que solían estar grabadas en la placa central.
Son complementos fabricados con otros materiales como tela o cuero, con cierre en plata o acero y algún adorno de metal que le otorga un brillo discreto y elegante.
Se trata de joyas un tanto informales que transmiten el espíritu dinámico del hombre actual. Unos complementos que se pueden llevar a diario. Aunque el usuario vista de manera elegante, con traje de chaqueta y corbata, no desentonan con el conjunto y le aportan un toque fresco y juvenil.
Lo bueno de estas pulseras es que muchos de estos modelos se pueden personalizar. Incorporando a la pulsera ciertos adornos de metal, en forma de abrazadera, con diseños alusivos a aficiones e inquietudes con las que se identifica el propietario.
Así, tenemos adornos con forma de coche, para los amantes de los automóviles, de motos, para los motoristas o con el escudo de tu club de futbol favorito, para los más futboleros.
No son charm, ya que no son cuentas que se enlazan en un cordón o en una cadena, pero sí son abalorios que permiten personalizar una pulsera para hombres.
La vuelta de las pulseras de perlas.
Una de las joyas vintage que han reaparecido con fuerza son las perlas. En la actualidad, yo me atrevería a decir que son más populares las pulseras que los largos collares de antaño. De todos modos, existe una conexión directa entre ambos objetos.
Fueran perlas naturales o de imitación, los collares de perlas eran las joyas más usadas por nuestras abuelas. Guardadas en un joyero en la habitación, se las colgaban al cuello cada vez que iban un domingo a misa o salían a la calle con la familia a tomar el aperitivo.
Esta joya ha quedado integrada en el subconsciente colectivo. Cuando la vemos, nos acordamos irremediablemente de nuestra abuela y no podemos evitar sonreír. Nos evoca bonitos recuerdos.
Por eso, muchas mujeres jóvenes han recuperado esta joya, si bien, es más habitual verla en las muñecas que colgando en el cuello con dos vueltas. Incluso, algunas chicas que han heredado estas joyas de sus antepasados, suelen ponérsela en el antebrazo, dándole un sinfín de giros, como si fuera una muñequera, en lugar del clásico collar.
No podemos decir, en sentido estricto, que esta sea una joya personalizada, pero sí podemos asegurar que tiene un significado muy personal y que realza la personalidad de quien lo luce.
Para personalizar pulseras tenemos muchas opciones. Si la joya lo permite, la agasajada podrá adaptarla a su gusto. Lo que hace que este sea un regalo con éxito asegurado.