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¿Cuándo se instalan más cajas fuertes?

La seguridad es una de las principales preocupaciones de familias y empresas. Muchos, para reforzarla, deciden instalar una caja fuerte en su casa, negocio u oficina. Hay determinadas épocas en la que la venta de estos aparatos se dispara. ¿Cuándo sucede esto?

Nos llegan noticias de que las ventas de cajas fuertes en Argentina han aumentado considerablemente en los últimos meses. En España, en el 2012, casi se duplica.

Marcel, un pequeño empresario de Mallorca, nos dice que el problema principal para instalar una caja fuerte es encontrar el modelo adecuado. Después está, localizar un cerrajero especializado que la instale. Cuando uno va a buscar una caja fuerte suele recurrir a grandes ferreterías que vendan cerraduras y medidas de seguridad. El problema de estos establecimientos es que su inventario de cajas fuertes es bastante limitado. El dependiente no tiene muchos conocimientos específicos sobre el tema, por lo que tampoco te puede aconsejar sobre cuál es el modelo más conveniente.

Marcel nos comenta, que a día de hoy, en España, el medio más fiable para encontrar una buena caja fuerte es recurrir a Internet. Él, el año pasado, compró una en Cajas Fuertes-online, una tienda digital especializada, con una amplia experiencia en el sector y que, además, ofrece servicio de asesoramiento al cliente. La caja fuerte, comprada por Marcel, la empotró discretamente en la pared de su despacho.

Hay quien opina que tener una caja fuerte es como guardar el dinero en el colchón. Tener tus pertenencias valiosas cerca de ti es la mejor forma de conservarlas de una manera segura. Al menos, para el propietario. De todos modos, las cajas fuertes no solo se utilizan para guardar dinero o joyas. Este aparato nos puede servir para tener controlados documentos, contratos, dispositivos electrónicos con información importante, etc. Bajo unas determinadas circunstancias, la venta de estos aparatos aumenta.

En Argentina se disparan las ventas de cajas fuertes.

El periódico argentino La Nación informa que en los últimos meses la venta de cajas fuertes en el país ha crecido en torno a un 30 – 35%.

Cecilia, dependienta de una tienda de cerrajería en Buenos Aires, dice que cada día reciben entre 20 y 25 consultas sobre cajas fuertes. Hace unos años, estos dispositivos se vendían e instalaban principalmente en bancos y empresas. Hoy son los particulares los que más demandan el producto.

El perfil del bonaerense que visita la tienda de Cecilia es el de un hombre de entre 75 y 50 años, de clase media. Solicita una caja fuerte discreta que pueda colocar detrás de un cuadro o en un lugar escondido. La tienda debe encargarse de la instalación, si no existen muchas posibilidades de que la venta se trunque. En ocasiones, el cliente solicita el nombre y apellidos del instalador. Señala Cecilia que hasta la tienda llega gente a pedir información que nunca antes había tenido una caja fuerte.

La situación económica de Argentina es crítica, con un alto nivel de incertidumbre. Las medidas económicas adoptadas por el gobierno de Javier Milei, el excéntrico economista amigo de Donald Trump, más que inspirar confianza, extiende el pánico general entre la población.

El gobierno ha eliminado la mayor parte de las subvenciones y ayudas sociales. Los servicios públicos se están privatizando y pasando a manos del capital extranjero, principalmente norteamericano. Argentina este en venta a precio de saldo.

Muchos argentinos, que no son pobres, pero tampoco multimillonarios, temen que sus ahorros se encuentren entre los paquetes de venta diseñados por el gobierno para reducir la deuda del país. En la memoria de la población aún está reciente el “Corralito” del 2001. Cuando los ciudadanos ni siquiera podían sacar dinero de sus cuentas en los bancos.

El año que España batió los récord de venta de cajas fuertes.

El periódico digital El Ideal Gallego recuerda que entre los meses de junio y julio del 2012, la venta de cajas fuertes creció un 40% en nuestro país. Coincidió con el rescate bancario realizado durante el primer gobierno de Rajoy.

Según datos facilitados por El Corte Inglés, en aquella época, se pasó de vender una o dos cajas fuertes a la semana a vender cinco. La cantidad parece no ser significativa, pero el hecho es que las cajas fuertes tenían que ser uno de esos productos que nunca podían faltar en estos centros comerciales.

Como sucede hoy en Argentina, la mayor parte de la demanda procedía de particulares. En gran parte, se trataba de ahorradores que desconfiaban de las entidades bancarias. Muchos de ellos eran personas que tenían o habían tenido una empresa. No olvidemos que en aquella época, aunque el gobierno centró todos sus esfuerzos en rescatar a los bancos, lo cierto es que la destrucción del tejido productivo fue devastadora. Cada día cerraban miles de empresas

Es curioso como cuando emerge la incertidumbre económica más aumenta nuestra preocupación por la seguridad. La gente no desconfiamos principalmente de la acción de posibles ladrones o de nuestro entorno, sino de las entidades financieras. Pensamos que cuando llegan los momentos complicados, nuestros ahorros están más seguros, guardados en casa que ingresados en una cuenta bancaria.

A pesar de que en estos momentos críticos, la gente tendemos a desconfiar de los bancos, tampoco queremos gastar demasiado dinero en proteger nuestros ahorros. El Corte Inglés señala que los modelos de cajas fuertes que más se vendieron durante aquellos meses fueron los de gama media y baja; es decir, los más baratos.

Un producto estable.

Si bien en periodos de crisis aumenta la compra de cajas fuertes, no podemos decir que sea un producto exclusivo de estas situaciones. Las cajas fuertes son un artículo que se vende constantemente. Con un volumen de ventas estable.

El principal problema que encontramos en España respecto a este artículo es la falta de tiendas especializadas. Es algo que recorre todo el sector de la cerrajería. Encontramos muchas ferreterías y tiendas que copian llaves, pero muy pocas que ofrezcan una buena gama de cerraduras y de cajas fuertes. Aunque hay dispositivos bastante seguros en el mercado, la mayoría de establecimientos comerciales ofrecen los productos que más se venden, que no suelen coincidir con los mejores.

Hoy, un coche presenta mejores medidas de seguridad que cualquier casa o edificio. Llaves con chip, dispositivos de seguridad electrónica difícil de clonar, etc. Esto se debe a que los fabricantes los instalan en los vehículos de serie. No porque los usuarios inviertan en seguridad.

A la hora de que un cliente decida instalar una caja fuerte en casa, encuentra pocas tiendas que le ofrezcan un producto garantizado, que se adapte a sus necesidades y en el que encuentre un asesoramiento profesional.

Por otro lado, los consumidores asociamos las cajas fuertes con la guarda de dinero en efectivo y joyas, pero sus posibilidades son mucho más amplias. Una caja fuerte es una manera de guardar, de una forma ordenada y a buen recaudo, documentos u objetos que contengan una información valiosa. Desde pen-drives con información sensible hasta contratos, pasaportes o un testamento.

Las cajas fuertes, además de ofrecer una protección extra antirrobo, están fabricadas con materiales ignífugos, resistentes al fuego, por lo que es una manera de proteger determinados bienes ante accidentes imprevistos que puedan surgir en un edificio.

Una caja fuerte discreta y segura.

Todos los expertos coinciden en señalar que la mejor caja fuerte es aquella que pasa desapercibida. La presencia de una caja fuerte en una habitación despierta en la gente un resorte de curiosidad que puede resultar peligroso. Si vemos una caja fuerte en un sitio enseguida pensamos que en esa casa hay objetos de valor, que son ricos. Esto puede despertar en nosotros nuestros más bajos instintos. Algo que nos es adecuado para nadie, y menos para el propietario.

No es extraño, por tanto, que algunos de los modelos de caja fuerte que más se vendan son aquellos que se pueden camuflar fácilmente entre el mobiliario de una habitación. Que se puedan colocar detrás de un cuadro o que se instalen en un lugar discreto de un armario o de una mesa de escritorio.

Los expertos en seguridad recomiendan que es adecuado que la existencia de la caja fuerte solo esté en conocimiento de un pequeño puñado de personas de máxima confianza. No es bueno que solo lo sepa el propietario. Si le sucede algo, no se puede acceder al dispositivo. Del mismo modo, las claves, llaves o mecanismos de acceso solo deben estar al alcance de unos pocos. De esta forma, si se efectúa una apertura no autorizada, enseguida se puede detectar quién ha sido.

La seguridad es otro de los elementos importantes de una caja fuerte. El empleo de claves biométricas de apertura, como la huella digital, el iris del ojo o el contorno de la cara, aseguran que el acceso a la caja fuerte sea restringido y no se pueda simular por un tercero. Aparte de que no hay que estar pendiente de guardar una llave o memorizar una contraseña.

Hay periodos de incertidumbre económica que disparan la instalación de cajas fuertes, a pesar de ello, esta es una medida adecuada, en todo momento, para guardar en casa o en la oficina nuestros objetos de valor.

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